Yamil Brenes Roldán, Metodólogo y Entrenador en Rendimiento Deportivo

Nota: al aportarte este artículo no pretendo sustituir el asesoramiento de un médico especialista en el tema, siempre mi consejo para ti será, tener una guía profesional al respecto, te enfatizo que mi idea no es suplantar la asesoría médica, sino aportarte información para que puedas tomar mejores decisiones en cuanto a tu salud. Si tienes preguntas al respecto escribe.

En mi práctica profesional trabajando con deportistas de diferentes disciplinas, he aprendido que entender el impacto real de entrenar estando enfermo es fundamental para proteger la salud, la recuperación y el desempeño de cualquier atleta.

A continuación, respondo, de forma clara y con respaldo clínico, las dos preguntas esenciales sobre este tema.

1. ¿Por qué no se debe entrenar si se está enfermo?

Cuando el cuerpo está enfermo, significa que el sistema inmunológico está activado y destinando una gran cantidad de energía a combatir la infección, ya sea viral, bacteriana o inflamatoria. Entrenar en ese estado genera varios problemas fundamentales:

A. El cuerpo no tiene capacidad para soportar doble carga

El ejercicio ya es un estresor fisiológico importante.
Si el organismo está luchando contra una enfermedad, agregarle estrés físico compromete seriamente la recuperación.

B. El rendimiento se reduce drásticamente

Un cuerpo enfermo tiene:

1.   Menos energía disponible

2.   Menor oxigenación

3.   Menor fuerza muscular

4.   Menor coordinación

5.   Mayor fatiga neurológica

6.   Esto hace que el entrenamiento no solo sea ineficiente, sino potencialmente dañino.

C. Se prolonga la enfermedad

La competencia entre “combatir la infección” y “responder al esfuerzo físico” genera una recuperación más lenta. Una infección leve que podría durar 2 a 4 días puede extenderse a una o dos semanas.

D. Aumentan las probabilidades de lesión

La falta de capacidad de concentración, la fatiga y la reducción de fuerza elevan el riesgo de lesiones musculares, articulares y tendinosas.

2. ¿Qué implicaciones en la salud tiene entrenar estando enfermo?

Forzar al cuerpo cuando está debilitado no solo empeora los síntomas, sino que puede generar complicaciones médicas importantes. Las más relevantes son:

A. Mayor riesgo de complicaciones infecciosas

Entrenar enfermo, especialmente con fiebre o dolor corporal, puede facilitar que la infección se extienda hacia:

1.   Pulmones (bronquitis o neumonía)

2.   Garganta (faringitis severa)

3.   Oídos (otitis)

4.   Senos paranasales (sinusitis)

5.   El sistema inmunológico queda temporalmente suprimido después de un esfuerzo físico intenso, facilitando estas complicaciones.

B. Riesgo de afectación cardíaca (miocarditis)

Esta es la complicación más grave.
Ejercitarse con una infección activa puede inflamar el músculo cardíaco, provocando:

1.   Arritmias

2.   Dolor torácico

3.   Disnea

4.   Riesgo de colapso

5.   Por eso, si hay fiebre, dolor muscular severo o agotamiento extremo, está estrictamente contraindicado entrenar.

C. Deshidratación y desequilibrio electrolítico

Muchas enfermedades aumentan la pérdida de líquidos. Si se combina con ejercicio, el cuerpo puede entrar rápidamente en un estado de deshidratación que afecta el rendimiento físico y la función cognitiva.

D. Aumento de la fatiga acumulada

Entrenar enfermo genera una fatiga profunda que tarda más en descargarse, afectando el rendimiento incluso después de haber superado la enfermedad.

E. Retraso en la recuperación física y muscular

Un cuerpo enfermo no puede reparar tejidos al ritmo habitual.
Esto genera regresión en el progreso atlético y una sensación persistente de “no volver al ritmo”.

Conclusión desde mi práctica como especialista en salud y entrenador

Escuchar al cuerpo no es signo de debilidad; es una estrategia inteligente de alto rendimiento.
Cuando permitimos que el organismo se recupere plenamente antes de volver al entrenamiento, evitamos complicaciones, reducimos el riesgo de lesiones y aseguramos que el atleta regrese más fuerte, estable y en mejores condiciones para continuar su progreso.

Proteger la salud es proteger el rendimiento.

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